En la sección Hablamos de Deporte de la FMxD queremos dar a conocer más en profundidad cada una de las especialidades de nuestros deportistas y en esta ocasión ha sido el turno del waterpolo.
En una conversación en directo desde nuestra cuenta de Instagram, hemos estado con el portero madrileño del CN Sabadell y de la selección española, Eduardo Lorrio, que nos ha ido explicando las características de su deporte.
A continuación, te dejamos un resumen de nuestra conversación:
En qué consiste: el waterpolo es, básicamente, un deporte de equipo que se juega en una piscina con porterías, en las que cada equipo tiene que intentar anotar el máximo número de goles posibles.
Jugadores: en juego hay 7 jugadores (6 más el portero) e, incluyendo el banquillo, hay 13, teniendo que haber siempre un portero suplente, aunque, como se pueden hacer cambios ilimitados cada vez es más habitual que haya bastante rotación de todos los jugadores. Los cambios se pueden hacer en cualquier momento, sin necesidad de que se para el tiempo de juego.
El tiempo de juego: se juegan 4 cuartos de 8 minutos y entre medias de cada uno hay un breve descanso de 1 minuto, salvo entre el 2º y el 3º, que es un poco más largo, porque es cuando los jugadores de cada equipo se cambian de campo. Se para cada vez que el árbitro para el juego (por una falta, un gol, etc.).
Los tiempos muertos: cada entrenador puede pedir como máximo dos durante el partido, y su duración es de un 1 minuto.
Algunas normas y posibles sanciones:
El balón solo puede cogerlo con dos manos el portero, aunque siempre dentro de su área y solo podrá pasarlo con una mano.
La pelota nunca se puede sumergir, el terreno de juego es la superficie del agua. Si alguien lo hace, se sanciona con un cambio de posesión.
En waterpolo solo se produce un córner cuando el portero es el último que toca la pelota al salirse por la línea de fondo, si es un defensa quien la despeja solo hay un cambio de posesión en el juego. El córner se saca desde la esquina del campo, pero sobre la línea de 2 metros.
Hay dos posibles sanciones: la falta y la expulsión, según la “agresividad” que advierta el árbitro en la interrupción del juego.
Una falta supone que el jugador que atacaba mantenga el balón y el defensor tenga que dejarle un poco de espacio y cuando un jugador es expulsado, se tiene que ir fuera del campo durante 20 segundos sin interrumpir el juego, ya que si lo hace podría ser sancionado con penalti. A la 3ª expulsión, el jugador ya no puede continuar jugando ese partido.
La piscina: las dimensiones son de 33 x 20m (en hombres) y de 25 x 20 m (en mujeres).
Desde cada portería, hay una línea marcada a 6 metros que es de lanzamiento de la falta directa, otra de 5 m desde donde se lanzan los penaltis y una a 2 metros dentro de la cual un jugador no podría recibir un pase de otro jugador que esté fuera de ella, sería como el fuera de juego del waterpolo. Estas líneas están marcadas en los bordes de la piscina y es tarea de los árbitros juzgar si, desde su perspectiva, el jugador ha entrado en la zona se dos metros.
Material: El material que se necesita para jugar es bastante sencillo, los bañadores y la pelota, que es de un material rugoso que hace que se pueda coger bien, a pesar del agua.
En el caso de los gorros, tienen que ser siempre rojos para los porteros y de un color distinto para cada equipo, uno suele ir de azul y otro de blanco.
La temporada de waterpolo: los equipos de División de Honor empiezan su pretemporada a finales de agosto y suelen empezar a competir con el torneo de la Supercopa de España previo al comienzo de la liga regular, que suele empezar a primeros de octubre.
A lo largo del año, intercalado con la liga nacional hay competiciones europeas de clubes y torneos internacionales por selecciones como la Liga Mundial que tiene su fase final entre marzo y abril.
En verano, al final de la temporada, se celebra el gran campeonato del año, mundial o europeo, salvo el año que hay Juegos Olímpicos, que el campeonato se adelanta a enero y es clasificatorio para los JJOO, además de haber otro torneo preolímpico a mitad de temporada, como última oportunidad de conseguir esa clasificación olímpica.
Los comienzos de Eduardo Lorrio en el waterpolo fueron en el club madrileño, Real Canoe, que es el único de Madrid que está en División de Honor. Para conocer más sobre los clubes madrileños, os dejamos el enlace a la Federación Madrileña de Natación. Eduardo nos recomienda acercarnos a uno empezar en el
Si quieres más información sobre las competiciones de waterpolo y de la selección nacional, puedes consultar la Federación Española de Natación.
Por último, te dejamos acceso a la charla completa con Edu Lorrio por si quieres saber todo lo que nos contó.
#HablamosDeDeporte
Miriam Morell Pérez